Pasos Para Reducir las Bebidas Azucaradas de la Rutina de su Niño
La preocupación hoy día en nuestra sociedad es que estos refrescos acucarados se hagan la norma o la opción diaria de refresco.
Por seguro, un refresco descafeinado en una fiesta de pizza de vez en cuando no le hará tanto daño a su niño, pero si llega a la casa y le agrega helado ese mismo día, y el cereal alto en azúcar de la mañana y el dulce de la parada en la tienda, ya tiene demasiadas calorías vacías y azúcar consumidas en un solo día.
También recuerde que si usted toma soda durante todo el día, su jovencito lo hará también (el modelo de los padres tiene un gran impacto).
La mayoría de estos refrescos dulces ofrece muy poca nutrición. O puede llenar a su niño tanto que no quiere comer más tarde así perdiendo los beneficios de otros alimentos beneficiosos como fruta en tajadas, o le puede agregar calorías innecesarias.
Para un niño o aún un adulto que necesite perder peso, esto puede ser fácil con simplemente cambiar de refresco. Es posible regresar al agua de siempre. Muchas empresas ahora ofrecen agua con sabores como limón y frambuesa.
En casa, agréguele menta fresca o tajadas de naranja o de pepino a un vaso de agua con hielo. Para una ocasión especial sirva agua de soda con tajadas de limón. El mejor beneficio del agua es que tiene cero calorías.
Si su niño ha estado tomando refrescos azucarados casi diariamente, puede que tenga que quitarle esa costumbre poco a poco.
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Comience por hablarle a su niño para ayudarle a comprender por qué tanta azúcar no es buena para su dieta.
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Puede demostrárselo usando paquetitos de azúcar para enseñarle cuánta azúcar contiene un refresco azucarado típico. Se sorprenderá.
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Si hace un pequeño ejercicio de matemáticas, usted puede enseñarle a su niño exactamente cuánta azúcar se está actualmente metiendo al cuerpo multiplicando el número diario de paquetitos por 365 días en un año. De nuevo, ¡se sorprenderá!
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Puede comenzar cortando el jugo que se toman por 1/4 agua y 3/4 jugo. Poco a poco aumente la cantidad de agua y se acostumbrarán a tomar jugo con menos azúcar.
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Haga que los niños satisfagan su afición a los dulces con frutas.
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Ofrezca agua primero con cada comida.
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Si su niño toma demasiada soda (o bebida azucarada como refrescos deportivos) puede que tenga que comenzar con metas pequeñas. Limite la soda a una vez al día y entonces gradualmente disminuya hasta que llegue a una vez a la semana. Continúe hasta que haya eliminado toda la soda o refresco azucarado de su rutina diaria.
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Enséñele a su niño a leer las etiquetas alimenticias, el contenido de azúcar se encuentra a la derecha en el envase.
Comer Saludable
Niño Saludable
Escrito por Anne Kolker
•
Escrito el mar 03, 2011
•
Última actualización el oct 16, 2013
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