Las emociones se pueden experimentar predominantemente como un sentimiento que implica el estómago: piense en las mariposas de la anticipación o la el dolor de la tristeza. Sin el desarrollo de la inteligencia emocional, los niños pueden interpretar estas sensaciones estomacales como el hambre y aprender a comer en respuesta a sus emociones. "El comer emocional", o la dependencia en la comida para sentirse mejor cuando se siente emocional ha sido identificado por las personas que sufren de diferentes tipos de trastornos de la alimentación. Los padres pueden tomar las siguientes medidas con los niños para aumentar la inteligencia emocional (la conciencia y expresión de sus emociones y las de otras personas) y reducir la posibilidad de que los niños comiencen a comer por razones emocionales.
Enséñeles a los niños a prestar atención a sus sentimientos, las emociones son señales importantes.
Las señales son neutrales, no son buenas o malas, lo mismo puede decirse de las emociones, aunque algunas podrían sentirse muy poderosas.
Algunas señales emocionales comunes son:
Las emociones indican a la gente que hay algo en el ambiente que requiere atención y en respuesta a estas señales los niños deben actuar de manera apropiada. Aprender a actuar de manera apropiada toma tiempo. Los niños pequeños pueden tener miedo de las emociones fuertes y pueden ser llevados por sus sentimientos hacia mal comportamiento como golpear en respuesta a la ira. El mal comportamiento es típico de los niños pequeños y no se debe hacer sentir mal por tal comportamiento, pero se les debe enseñar a usar palabras, no acciones impulsivas, para resolver problemas.
Los padres pueden usar libros y cuentos para enseñarles acerca de las emociones. El libro, How Are You Peeling? Foods With Moods (2004) pueden ayudar a los niños a identificar las emociones.
Otros libros que pueden ayudar a los niños pequeños a responder apropiadamente a sus sentimientos:
My Many Colored Days por Dr. Seuss; Today I Feel Silly: And Other Moods that Make My Day por Jamie Lee Curtis, y When Sophie Gets Angry por Molly Bang.Los libros también pueden ayudar a los padres en la enseñanza de la inteligencia emocional a los jóvenes adolescentes:
The Feelings Book: The Care & Keeping of Your Emotions por Madison & Bendell (2002)pueden ayudar a las niñas a comprender sus emociones y qué hacer en respuesta a ellas.
Una mirada franca de convertirse en adolescente, incluyendo el desarrollo emocional, se presenta en
American Medical Association Boy's Guide to Becoming a TeenLos niños pueden aprender que las emociones son como las olas - que empiezan poco a poco, luego suben, llegan a la cima y retroceden.
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